lunes, 10 de enero de 2011

La Mejor Entrenadora Silvia Neid: "Es una alegría enorme"


En la Gala del FIFA Ballon d'Or se ha entregado por primera vez el premio a la mejor Entrenadora Mundial de la FIFA de Fútbol Femenino. Además de la vencedora, Silvia Neid (selección femenina de Alemania), fueron nominadas Maren Meinert (selección femenina sub-20 de Alemania) y Pia Sundhage (selección femenina de Estados Unidos).

Silvia Neid ya causó sensación en sus tiempos como futbolista, durante los cuales conquistó varios títulos con Alemania. Igual éxito tuvo como segunda entrenadora de la seleccionadora Tina Theune, y últimamente también como su sucesora. Neid lleva supervisando la escuadra femenina alemana desde 2005, y en 2007 guió al equipo teutón hasta el primer podio de la Copa Mundial Femenina de la FIFA celebrada en China, que de esa manera alzó su segundo título mundialista consecutivo.

Tras recibir su premio en Zúrich, Silvia Neid entabló una entrevista en exclusiva con FIFA.com y nos contó sus sensaciones.

Sra. Neid, acaba de ser elegida Entrenadora Mundial de la FIFA de Fútbol Femenino en la primera edición de este premio. ¿Qué tal se siente?

Me alegro un montón. No contaba con que yo sería la receptora del trofeo. En el año 2010 no he podido hacer mucho. No hemos jugado ningún torneo importante; mi selección ha disputado nueve partidos, de los cuales hemos perdido dos y hemos ganado siete. De ahí que yo pensara más bien que sería Maren Meinert la agraciada, porque se ha proclamado campeona del mundo sub-20 con su equipo. Ahora resulta que he sido yo la que ha recibido el premio, y es una alegría enorme. Tal vez me hayan votado por mis resultados en los últimos años, porque si sólo fuera por 2010 no lo habría merecido.

¿Calificaría este momento como una de las cimas de su carrera hasta la fecha?
Yo no lo calificaría de cima. Es una distinción magnífica. Pero para mí una cima siempre significa ganar algo con mi equipo. Y eso es algo que no se puede hacer sola. Siempre se necesita el apoyo de las jugadoras, de la asociación, de los colegas y del cuerpo técnico. Así es como se puede hacer un trabajo aún mejor. Los entrenadores tienen siempre la obligación de triunfar. Y eso requiere mucho más que ser sencillamente un buen entrenador.

El año ha empezado bien. ¿Es esto tal vez un buen augurio para el resto de 2011?
Creo que no tiene nada que ver lo uno con lo otro. Birgit Prinz ha dicho antes en una entrevista que no me mereceré este trofeo que me han entregado hoy sino hasta el próximo año. Ahí tiene toda la razón. Ahora me voy a llevar el trofeo a casa y lo voy a poner en mi vitrina. Pero sé que no me servirá de ayuda a la hora de disputar el próximo campeonato del mundo en mi propio país. Eso más bien depende de trabajar duro, mantener la concentración, echarle pasión y aceptar con alegría lo que venga.

¿Qué opina de sus dos contendientes, Maren Meinert y Pia Sundhage?
Pia Sundhage ya ha entrenado a la selección de muchos países distintos. Se ha tenido que enfrentar a numerosos desafíos. Para mí, Pia Sundhage es una mujer que vive el fútbol. Y no sólo lo vive sino que también lo ama, y eso se le nota. Las tres hemos jugado al fútbol. Y por eso creo que nos parecemos tanto como entrenadoras. A mí, por ejemplo, me encanta el fútbol técnicamente sofisticado, y a Maren también. Las dos hemos jugado en el mediocampo, y como entrenadoras buscamos el juego que nos gusta hacer. Maren Meinert y yo colaboramos muy estrechamente. Puedo confiar en ella a ojos ciegas. Eso es sencillamente estupendo. Maren siempre tiene grandes ideas y se puede discutir y mantener maravillosos debates con ella. Así se puede avanzar mucho.

¿Qué personas le han influenciado o le han apoyado especialmente de camino hacia el éxito? ¿Hay alguien a quien le gustaría dar las gracias?
Ha habido muchas personas que me han ayudado, y me resulta difícil destacar a unas pocas. Yo fui futbolista en una época en la que el fútbol femenino estaba de todo menos de moda y en la que tuvimos que librar muchas batallas. Mis padres nunca tuvieron nada en contra de que yo jugara y siempre me apoyaron. Luego hubo entrenadores como Gerd Neuser, de mi club de entonces, el TSV Siegen, que me permitieron entrenar mucho, trabajar poco y sin embargo ganar dinero. O Gero Bisanz; de él aprendí el planteamiento táctico. Tina Theune me ayudó una barbaridad; de vez en cuando también me lanzaba al agua donde más cubría, pero en otras ocasiones me explicaba y me enseñaba muchas cosas.

Tampoco puedo olvidar al Presidente de la Asociación Alemana de Fútbol, Theo Zwanziger; sin él nunca habría sido seleccionadora nacional. Cuando Tina se retiró, yo no quería ser su sucesora. Yo estaba satisfecha con lo que hacía, me gustaba la categoría en la que estaba (sub-19 a la sazón). Sin embargo, Zwanziger me persuadió de que aceptara el cargo. "Te necesitamos; yo creo en ti", me dijo. Así que sé muy bien a quién tengo que dar las gracias. Lo que más me gustaría es mandar hacer una versión en miniatura de este trofeo para todas las personas a las que he enumerado. Aunque creo que saldría muy caro (ríe).

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